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Hermoso cuadro de Degas,

Los chicos se hacen hombres

Publicado: 2010-10-31

Sabía por los poemas de Eduardo Chirinos que, en el colegio de la Inmaculada, se realizaban competencias deportivas entre grupos —generalmente partidos de fútbol—  y que unos eran “los aventajados de Roma” y el otro grupo “los segundones de Cartago”. El mismo poeta ironizaba al respecto: “por supuesto yo era de Cartago”. Hoy, debido a los cambios de los tiempos, las competencias han cobrado un cariz bastante más particular y se centran en ensayos que trabajan los alumnos de quinto de media durante todo el año. Digamos que se pasó de la pelota a la pluma, aunque, con toda seguridad, se deben seguir pateando esferas bajo el inclemente sol del cerro inmaculado.

Pero hablemos de la competencia de escritura, que a mí me interesa sobremanera por dos motivos: uno, el formato y, dos, por el particular tema que se tocó este año. El concurso se denomina Perú-Visión y generalmente el tema es planteado desde el año anterior. Los premios son solo diplomas que contienen aquello que vale mucho más que una laptop o un Ipod: reconocimiento. Este año el tema fue “Hombres y mujeres en el Perú: ¿iguales o diferentes?, y toda la promoción de ese colegio de varones se dedicaron a reflexionar durante un año completo alrededor del peliagudo tema de las mujeres: sus roles, sus dificultades, sus derechos, sus carencias, sus gestas. Y eso, señores y señoras, es un gran avance para la equidad y la lucha contra la discriminación en el Perú.

En efecto, que un colegio de varones le dediqué su tema ensayístico a los problemas serios de las mujeres en nuestro país es sorprendente. No debería serlo, en realidad, este debe ser un paso que muchos otros colegios, privados o estatales, citadinos o rurales, deberían de seguir para poder romper con el machismo y todos los estereotipos de género que no hacen sino reforzar las prácticas opresivas. En esta ocasión los 120 trabajos presentados trataron sobre temas que oscilaban entre los problemas laborales en el mercado de trabajo peruano, pasando por asuntos de roles en la familia, hasta las mujeres en las Fuerzas Armadas. Los tres primeros premios fueron para: “Las mujeres en el futbol peruano” por Carlos Riofrío, una crónica increíblemente llena de información y bien escrita sobre el alicaído equipo femenino nacional no por falta de punche de las futbolistas, sino como lo demuestra Riofrío, por la desidia del Estados y de sus dirigentes para invertir en ellas; “Las Hijas de Sendero”, de Gonzalo Oporto, una monografía bastante bien detallada, con bibliografía que me sorprendió por lo compleja, de la historia de las principales dirigentes y algunas de las militantes caídas de Sendero Luminoso, desde una perspectiva crítica; y finalmente un texto de Jonathan Talavera con muchos datos estadísticos sobre los nuevos roles en las familias contemporáneas en el Perú y la necesidad de compartir quehaceres tanto públicos como domésticos. Verdaderamente cada aplauso se lo merecían.

Y quizás, sean aplaudibles también, las iniciativas que otros colegios puedan tener en este sentido o, ¿por qué no?, el propio Ministerio de Educación, organizando un concurso solo para varones sobre temas de discriminación a la mujer y otros solo para mujeres sobre las dificultades de aprender la masculinidad. Es una piedrita que, toda vez, caería como un aluvión sobre nuestros prejuicios y sobre esa estupidez de pensar que unos vienen de Marte y otras de Venus.

Publicado en La República el domingo 31 de octubre, día de la canción criolla y de mis ancestras, las brujas (buenas).


Escrito por

Rocío Silva Santisteban

Rocío Silva-Santisteban Manrique (Lima, 1963) Escritora, profesora, activista en derechos humanos y políticamente zurda.


Publicado en

Kolumna Okupa

Artículos, kolumnas, reseñas de libros, poesía y reflexiones varias de Rocío Silva Santisteban.