La rana y el caldero
Si colocas a una rana
en un caldero
con agua que poco a poco
se calienta
la rana se adapta
a la temperatura
y cuando va en aumento
la rana se adapta
y mientras más caliente
la rana se adapta
hasta convertir su piel
en un envase transparente.
Pero si el agua bulle
a 100 grados
la rana revienta
así que antes
debe saltar
pero usó tanta fuerza
en irse adaptando
que no puede siquiera
levantar un anca
del agua. Y el agua
sigue hirviendo.
Por eso, querida, salta
mientras sea posible.
Rocío Silva Santisteban