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El Estado caviar

La invención del "Estado caviar" regido por Martín Vizcarra es tan absolutamente insostenible... pero Alan García y otro grupo de políticos siguen construyendo fake news y en los medios, periodistas deportivos siguen divulgando esa entelequia.

Publicado: 2018-11-06


El concepto caviar es una ambigüedad que usan los fujimoristas y sus adeptos, entre otros personajes de la derecha peruana, para descalificar a periodistas, jueces, fiscales, profesores universitarios, activistas de derechos humanos y hasta a filósofos como a los ex comisionados de la CVR. El fin de semana unos irresponsables tuits de políticos peruanos regaron la noticia falsa de un complot caviar para un golpe de Estado caviar: felizmente la blogósfera reaccionó ridiculizando tal idea con una serie de memes y ocurrencias divertidas.

Sin embargo, hay periodistas que hacen eco de este discurso caviarfóbico, y sabiendo que son líderes de opinión de sectores de jóvenes, lanzan suposiciones que le hacen mucho daño a la estabilidad política del Perú. Un periodista deportivo —además galán de la farándula— en uno de sus tuits ha sostenido: “Si el keikismo y el fujimorismo se arrodilla y se entrega al gobierno Vizcarra, no solo habrá ganado la corrupción y habrían traicionado a más de 8 millones de peruanos que confiaron su voto, sino que el estado caviar ganó. Y la cancha queda servida para imponer sus ideologías…”.

Para Paco Bazán, por lo visto, existen dos estados diferentes: al margen del fujimorismo, hay un keikismo. Algunos comentaristas dicen que Keiko Fujimori se rodeó de nuevas figuras como Letona, Galarreta, Aramayo, entre otras, diferentes al fujimorismo tradicional. Pero en realidad, también siguió vinculada con sectores muy cuestionados, como el mismo Vicente Silva Checa, operador de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori, en sus satrapías financieras y mediáticas y servil a su proyecto político.

Pero Bazán sostiene que ni keikismo ni fujimorismo deben arrodillarse ni entregarse al gobierno de Vizcarra. No creo que nadie deba arrodillarse, ni entregarse a ningún gobierno, pero lo que implican sus palabras en este contexto —Señora K detenida en Máxima Seguridad de Chorrillos— es insinuar que el Presidente del Perú Martín Vizcarra está coludido con la corrupción y con un supuesto Estado caviar que, de alguna manera, implantaría “sus ideologías”. ¿Cuáles? Más adelante lo explica: “El camino está dado para que se ganen posiciones como la legalidad del aborto, la imposición de ig [ideología de género] desde las escuelas, la paridad de género cuando lo que debe primar en un estado de competencia es la meritocracia…”

Para Bazán, el Estado caviar es el que amplía derechos a las mujeres. Eso es claro: todo lo referido en su explicación está vinculado con el tema. ¿Quién le ha dicho que la paridad y la alternancia en la representación política se oponen a la meritocracia?, ¿despenalizar el aborto en casos de violación sexual a menores de edad es parte de una legalización de la ideología de género?, ¿a qué se refiere con “ideología de género” sino a la peregrina idea de que se va a homosexualizar a nuestros hijos? Bazán es un vano discípulo de Butters.

El Estado caviar es una entelequia. La derecha lo usa para atacar a un conglomerado de ideas progresistas (feministas, derechohumanistas, antimpunidad) y lo imagina como un ente amenazante para sus ideas antiderechos y conservadores. Es usual en el lenguaje de los troles estigmatizar con ese adjetivo y configurar un enemigo fantasmal. Llama la atención que los líderes de opinión de jóvenes se posicionen de esta manera cuestionando los derechos de las mujeres, al Estado de derecho y al presidente del Perú. Eso es jugar con fuego y, cuidado, el fuego calcina.

Publicado el día de hoy en La República.


Escrito por

Rocío Silva Santisteban

Rocío Silva-Santisteban Manrique (Lima, 1963) Escritora, profesora, activista en derechos humanos y políticamente zurda.


Publicado en

Kolumna Okupa

Artículos, kolumnas, reseñas de libros, poesía y reflexiones varias de Rocío Silva Santisteban.