#ElPerúQueQueremos

La cruel historia del cabo Nick Tito

Un joven de 18 años torturado y violado en el Cuartel de Tiabaya es sedado con risperidone en el Hospital Militar de Lima y el habeas corpues que sus padres han presentado aún no se resuelve: ¿qué está pasando dentro de la institución?

Publicado: 2019-04-09

Nick César Tito Carcausto, cabo del Ejército Peruano, enrolado en el servicio militar voluntario del Cuartel de Tiabaya en la ciudad de Arequipa fue violado, torturado y electrocutado según informa la denuncia presentada por sus padres ante la Fiscalía Penal Corporativa de Arequipa. Para mala suerte del cabo, después de la denuncia tuvo que regresar al cuartel para no ser declarado desertor. Sus padres solo lo vuelven a encontrar en el Hospital Militar de Arequipa, sedado y alejado del hijo que fue. ¿Qué pasó en ese lapso?

Según RPP el 1 de marzo su tío Eleuterio Garita Mamani lo recoge del cuartel debido a una llamada del técnico Amanqui Quispe para llevarlo a su casa “por problemas de salud”. En su domicilio, el cabo Nick Tito mostraba desequilibrio emocional, preguntas inconexas y se quejaba de dolor en la caja torácica. Debido a esta situación los familiares lo llevan a un centro médico para que lo revisen los especialistas: la psicóloga le diagnostica trastorno paranoide y el traumatólogo sensibilidad torácica de cuatro días por descarga eléctrica.

El Comandante encargado del cuartel de Tiabaya consigue que lo internen en el Hospital Militar de Arequipa y posteriormente, el 20 de marzo, les avisan a los padres que será trasladado al Hospital Militar de Lima. Los padres no consienten el traslado, pero aun así se realiza, aduciendo que el mismo cabo lo había autorizado.

En estos momentos el cabo Nick Tito sigue en el Hospital Militar, sus padres y su hermana se han tenido que trasladar a Lima para poder verlo y seguir haciendo los trámites correspondientes para que le den el alta y, a su vez, la baja del servicio militar. Pero las autoridades de ambos hospitales y el jefe del cuartel se han negado a hacerlo aduciendo que: 1) que debe seguir el tratamiento; 2) que es un soldado en activo. Ninguno de los dos hospitales ha realizado exámenes según protocolo de tortura o ultraje.

Movilización de sus compañeros de estudios.

Los padres han presentado el 22 de marzo un Habeas Corpus para poder recuperar a su hijo. Mientras tanto en el Hospital Militar le administran diariamente tres pastillas de 2 mm de Risperidone: su hermana está preocupada por esta dosis inusualmente alta. El 2, 4 y 8 de abril deberían haberse presentado todos los denunciados, tanto de Arequipa como de Lima, ante el juzgado que tramita el Habeas Corpus.

¿Es posible que un recurso inmediato demore tanto tiempo?, ¿por qué el Hospital Militar no quiere dejar salir al cabo Nick Tito?, ¿acaso están intentando borrar las huellas de la denuncia de violación y tortura?


Esta columna ha sido publicada hoy en La República.


Escrito por

Rocío Silva Santisteban

Rocío Silva-Santisteban Manrique (Lima, 1963) Escritora, profesora, activista en derechos humanos y políticamente zurda.


Publicado en

Kolumna Okupa

Artículos, kolumnas, reseñas de libros, poesía y reflexiones varias de Rocío Silva Santisteban.